Qué mejor sensación que un lujoso masaje facial con un aceite facial sedoso. No sólo te beneficias de los aromas tipo spa, sino que también prometen beneficios muy hidratantes para el cuidado de la piel. Los aceites faciales tienen una composición similar a los lípidos que se encuentran naturalmente en la piel, lo que ayuda a reparar y regular eficientemente la barrera de humedad de la piel.
Los estudios clínicos muestran que cuando se aplica un aceite facial a la piel, la piel responde absorbiendo los aceites como si fueran producidos naturalmente por la piel. Lo que resulta en un efecto regenerador e hidratante en la piel. El aceite en sí no proporciona hidratación, pero garantiza que no se pierda, por lo que los aceites faciales siempre deben aplicarse al final de cualquier rutina de cuidado de la piel para "sellar" todo.
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